Bajo el precepto de la conjunción entre interdisciplinariedad e interculturalidad como enfoque indispensable para abordar el patrimonio tangible e intangible, hoy viernes 21, tuvo lugar el primero de los Encuentro-Talleres de Educación Patrimonial de la Música en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana. A modo de sinergia entre la revista Opus Habana y el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, un grupo de especialistas de la Oficina del Historiador acogió a miembros del grupo Gigantería para reflexionar en torno a la cubanidad de la corneta china y, dialogando con la semiótica, la manera de descifrar códigos musicales universales y cubanos en los repertorios del jazz actual en Cuba.

En la tarde de hoy, viernes 21 de octubre, estudiantes de primer año del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, ofrecieron un concierto en el Aula Magna de ese centro académico, para conmemorar el Día De la Cultura Cubana. El programa contó con piezas musicales del repertorio patrimonial cubano como Estás en mi corazón de Ernesto Lecuona, A Lila de Claudio Brindis de Salas e Intimidad de José María Vitier. En las palabras al programa de mano, Félix Julio Alfonso López, Coordinador Asistente del Colegio, catalogó el encuentro como «un regalo que recibimos con júbilo, con la misma convicción martiana cuando definió la esencia de la música, y la llamó “el hombre escapado de sí mismo”».

A propósito del Día de la Cultura Cubana, el propio 20 de octubre, en la galería Carmen Montilla fue inaugurada la exposición «Íconos de la música cubana», del artista visual Santos Toledo. Protagonizadas por importantes figuras de la música cubana, más de una veintena de lienzografías conforman la muestra que estarán a disposición del público hasta el domingo 20 de noviembre.

El Premio Academia Cubana de la Lengua 2016 fue otorgado al libro Cepos de la memoria, de la escritora Zuleica Romay, publicado por Ediciones Matanzas. En sesión pública, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, el Académico de Número, Reynaldo González expresó en sus palabras de elogio: « (…), el libro nos pone en contacto con un pasado imprescindible (…). Evoca el siglo XIX (…), con la barbarie de la esclavitud (…), frente al despertar de las letras y las artes, la forja de la cubanidad, nuestras guerras libertadoras, y el azaroso decurso de miedos y contradicciones que demoraron la independencia».