Hace ya algún tiempo un viajero japonés visita asiduamente La Habana y, con humildad proverbial, reparte su sabiduría de maestro (sensei) entre sus discípulos cubanos. Responde al nombre de Sekiguchi Takaaki (Komei) y es una de las mayores autoridades mundiales de Iaijutsu y/o Iai-dō: el arte marcial japonés relacionado con el desenvainado y el envainado de la katana, el sable de filo único, curvado, tradicionalmente utilizado por los samuráis.

 La infancia es la principal protagonista en las ilustraciones e historietas del artista italo-suizo Tom Tirabosco (Roma, 1966). Los álbumes de historietas juveniles Los ojos del bosque y El fin del mundo, donados y dedicados por él a la Biblioteca de Vitrina de Valonia en la Plaza Vieja, se exhiben durante este mes en saludo al Día de los Niños que, en Cuba, se celebra el tercer domingo del mes de julio, o sea, pasado mañana 18.

 «No me considero un maestro, solo trato de dar todo lo que recibo, de transmitir conocimientos» afirma Etienne Schréder, quien impartió un taller de historietas para profesionales del género en la biblioteca de la Vitrina de Valonia, en el Centro Histórico de La Habana.

 Con la muestra «Actitudes: Valonia desde su gente», el fotógrafo Jim Sumkay, logró traer un pedazo de su tierra natal a las verjas de la fuente de la Plaza Vieja como parte de las múltiples actividades realizadas durante la Semana de la Cultura Belga, que concluyó el pasado 14 de noviembre en el Centro Histórico de La Habana.