Todavía queda tiempo para disfrutar del colorido y variedad de la fauna cubana en la muestra «Biodiversidad a color» que, por estos días, casi concluye su etapa de exhibición en la galería de la sede de la Sociedad Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente, ubicada en la animada calle de la Amargura número 60, entre Mercaderes y San Ignacio.

Se trata de 20 dibujos desde los cuales parecen sonreírnos —coloridos y alegres—, atractivos ejemplares de la fauna cubana.

Los amantes de la fauna cubana han estado de pláceme durante las últimas semanas cuando, a su paso por las calles Amargura entre Mercaderes y San Ignacio, pudieron apreciar en el vestíbulo de la Sociedad Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente, la exposición «Biodiversidad a color» del joven Álbaro Serrano Gutiérrez, quien se autodefine como un radical defensor de la naturaleza.


  
  

Frente los 20 cuadros realizados en lápiz de color sobre cartulinas de colores, muchos visitantes han creído encontrarse ante reproducciones fotográficas, dado el trabajo minucioso, casi al detalle. Cada uno muestra un exponente del riquísimo mundo animal cubano: el tocororo —nuestra ave nacional—, la carpa Cuba, murciélagos, mariposas, arañas, esperanzas, sijú platanero, lagartijas, ranas…Como dato curioso, en las fichas técnicas aparece primero la denominación científica, acompañada por el nombre con el cual lo identificamos comúnmente.
El autor de estas obras es un joven que, por su apariencia, bien pudiera confundirse con uno de esos muchachos que a diario se ven por las calles y los campos, armados de tirapiedras, con los que agreden  a pequeños animales indefensos. De ese camino, por voluntad propia, él se apartó luego de transitar primero por el oficio de fotógrafo, y ahora como pintor.
Nacido en 1986 en la oriental provincia de Las Tunas, el día en que en el hemisferio occidental comienza la primavera —el 21 de marzo—, con esta muestra pretende demostrar al público todo lo «bello que tenemos en la naturaleza cubana para que aprenda a amarla y a protegerla» porque, en su opinión, sólo así podrán defenderla.
Ésta que exhibe desde el mes de septiembre en la galería de la sede de la Sociedad Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente, constituye su primera exposición personal, que había  mostrado ya en mayo en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, según precisó durante una conversación informal con Opus Habana.
Tal interés por el medio ambiente por parte de este joven pintor-fotógrafo o fotógrafo-pintor, comenzó a cultivarse durante un curso fotografía sobre la naturaleza en 2008, cuando «me hice un apasionado de la naturaleza. Prontamente de la fotografía empecé a dibujar, a pintar todo lo que tiene que ver con el entorno y a reunirme con personas vinculadas a este tema: ornitólogos y especialistas en la flora y la fauna, además de ilustradores…Y a buscar información sobre el tema que se convertiría en el centro de mi trabajo».
Según Álbaro Serrano Gutiérrez, «esta muestra es un acercamiento al mundo animal a través del dibujo, en el que las líneas, el color y los tonos reflejan una gran variedad policromática, texturas y formas, e incluso algunas de las conductas naturales de dichos animales, salidos de nuestro verde caimán, máximo exponente de biodiversidad, ya que posee una gran número de ecosistemas que albergan cientos de ejemplares que conforman la fauna cubana».

    
  

Los dibujos son realizados a partir de fotografías hechas en diferentes regiones de Cuba y «cuando la fotografía no me brinda el detalle que yo quiero lograr para que el dibujo me quede exquisito, entonces me apoyo, por ejemplo, en pieles taxidermiadas para buscar las características específicas que requiere la obra».
De acuerdo con su valoración, la exposición «Biodiversidad a color» prueba una vez más que «arte y naturaleza son una mezcla perfecta para conocer lo que tenemos y así demostrar la importancia y el amor que esto requiere; porque sólo se defiende lo que realmente se ama».

 
María Grant
Opus Habana

 

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