Revisión general de las costumbres públicas entre 1933 y 1938, «comparándolas con las de tiempos anteriores, a fin de descubrir si éstas han mejorado o empeorado, o si nos encontramos en igual situación».

 En este artículo el cronista trata de «explicar la razón de la sinrazón de la mala voluntad» que le profesan a los bodegueros los vecinos de la barriada en que tiene instalado su establecimiento.

    Sobre el pater familia «un buen señor, que trabaja como un burro, de la mañana a la noche, ya en un empleo oficinesco, ya como abogado, como médico, ya como comerciante o industrial», y el homenaje que una vez al año deben rendirle sus hijos a éstos que «ya ni siquiera son considerados padres, sino papis».

 Con singular estilo el cronista aborda «otro trascendente problema que interesa, preocupa, perturba y divide a hombres y mujeres de todos los países civilizados del orbe: el de la indumentaria».