Básicamente con la técnica de la colagrafía, Eduardo Guerra ha hilvanado por décadas su discurso, sin estridencias y sin concesiones. Se inserta en la tendencia antropológica de los pasados 90, pero sin descuidar la factura ni huir de esa «retinianidad» tan atacada por aquellos que privilegian la idea en detrimento del hecho visual en sí.

 Comentarios acerca «de los rasgos característicos de la vida moderna en el mundo occidental»: el culto exagerado a los deportes.

 Durante su visita a La Habana en junio de 2006 el escritor José Saramago recorrió la zona más antigua de la capital junto a su esposa Pilar del Río, especialistas de la Oficina del Historiador de la Ciudad, y representantes del Ministerio de Cultura. Uno de los momentos más emotivos fue el encuentro del autor de Ensayo sobre la ceguera con el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, en su sede: el Palacio del Conde de Casa Lombillo.
 Hijo del otro polo del paisajismo insular: la otrora provincia de Las Villas, López Pardo ha abierto las puertas del nuevo siglo con un paisaje conceptualista. Analítico más que literal, ajeno a todo naturalismo –mas, no por ello menos natural–, sus proyecciones visuales más ingentes apuntan hacia un horizonte de seducción casi onírica, a resguardo de un interés racionalista, no exento de universalidad.