Al relatar un suceso ocurrido, el articulista comenta cómo del «dinero –, negociado o empleomaniado– no depende ser feliz en la vida, sino que es la tranquilidad de espíritu, la propia estimación que nos tenemos lo que nos hace felices o desgraciados...»

 Aunque formado tempranamente en el ejercicio del dibujo y la pintura, fue en la cerámica –que lo atrajo tempranamente– donde Fernando Velázquez Vigil (La Habana, 1950-2002) concretó lo mejor de sus capacidades expresivas.

 Sobre tan arduo e hiposo problema en cuya curación la tranquilidad de espíritu, el optimismo, las noticias satisfactorias, las piadosas mentiras sobre la benignidad del mal... pueden ser contraproducentes, tal vez fatales.

{mosimage}El de jugar con dos categorías eternas: el espacio y el tiempo, es uno de los atractivos de este proyecto expositivo del artista Leo D' Lázaro.