Con un predominio de la visualidad, el libro Otras portadas de La Habana presenta más de 200 láminas con las características y encantos de portadas de antiguos inmuebles. La obra, además del prólogo y las conclusiones, contiene tres ensayos que complementan a las fotografías de interés, captadas expresamente para esta edición limitada a los siglos XVI-XIX.
 Diversión «predilecta, barata y atractiva», constituye el rascabucheo «de los centenares de mujeres que en las azoteas de sus casas practican diariamente tan sana, medicinal y fresca práctica de los baños de sol».
 Dotado de especial capacidad para observar el espacio y traducirlo en la pintura, Sinecio Cuétara presenta «una ciudad imaginada que se desdibuja como los sueños, una ciudad coloreada, atravesada por el aire que la envuelve, una ciudad que se fragmenta, se descompone y recompone en fachadas como tarjetas de presentación de la misma».

 Al relatar un suceso ocurrido, el articulista comenta cómo del «dinero –, negociado o empleomaniado– no depende ser feliz en la vida, sino que es la tranquilidad de espíritu, la propia estimación que nos tenemos lo que nos hace felices o desgraciados...»