Contrapunteo entre el ayer y el entonces presente que le correspondía al cronista, Roig retoma y presenta para sus lectores los enfoques de tres términos de época (primos, pollos y pollitas) según el parecer del cronista costumbrista Luis Victoriano Betancourt, quien «merece justamente ser leído por la gente de hoy que quiera conocer cómo era la gente de ayer».
 Momento de cambio hubo en la obra del pintor Leslie Sardiñas cuando expuso en 2006 una serie de pequeños personajes, casi infantiles: seres «cargados de ironía y sexualidad, escondidos tras su apariencia de niños, dotados de una compleja, pero no siempre indescifrable, simbología».

 Comentarios sobre la ceremonia nupcial que «de sagrada institución que era antaño, está hoy convertido en un espectáculo de feria capaz de despertar la curiosidad y el interés de las gentes por los incidentes humorísticos o ridículos que ofrece».

 Al sobrevolar Surgidero de Batabanó con este pintor, sentimos –aunque sea por un instante– que somos «la ínsula distinta en el cosmos, o lo que es lo mismo, la ínsula indistinta en el cosmos», como hiperbolizara José Lezama Lima.