En este artículo la protagonista «Es la mujer joven, la cubana de la República, de las clases media y trabajadora, de la pequeña burguesa y el proletariado, repito, la que revela bien a las claras un triunfante y progresivo anhelo de superación».
 En este trabajo, el articulista se refiere a «estafadores científicos, artistas del delito contra la propiedad», entre los que incluye a «ladrones de libros», «a los que se hacen los bobos para pagar el tranvía o la guagua...».
 Como tributo a las artes gráficas, este artículo revela nuevas evidencias sobre la introducción de la imprenta en Cuba, a la par que indaga en las particularidades del oficio de imprimir durante el siglo XVIII. El autor trabajó como tipógrafo-cajista y luego de archivero. Interesado en la historia musical cubana, escribió De klank van de houtendruppel (El sonido de la gota de madera) y otro libro dedicado a la rumba. También tiene en su haber cinco novelas para jóvenes.

 En este artículo el cronista ofrece un «estudio histórico costumbrista del nacimiento, arraigo y desenvolvimiento del relajo en Cuba».