En esta segunda parte de sus acotaciones, el articulista profundiza cómo Colón «pobre y abandonado exhaló su último suspiro» y cómo «ordenaba también que sus restos fueran sepultados en la capital de su isla preferida de Santo Domingo, y que se le colocara en la caja funeraria vestido de hábito de la Orden Tercera de San Francisco, y junto a su cuerpo se guardase el único trofeo que conservaba de todas sus gloriosas conquistas: los grillos que el infame Bobadilla le puso».
 En este artículo, primero de una saga de seis, el historiador aclara sobre el «llamado descubrimiento de América, o mejor dicho, la llegada de Cristóbal Colón, con un grupo de españoles, a las tierras que hasta el siglo XIX fueron denominadas Indias Occidentales, o sea el Nuevo Mundo, ya pobladas, muchas de ellas, como lo estaba Cuba, desde milenios atrás, por razas de culturas y civilizaciones diversas, y algunas de extraordinario perfeccionamiento».

 El circuito expositivo «RestaurArte», dedicado a la restauración del Centro Histórico como fenómeno social, se inaugura hoy viernes 3 de abril en cada una de sus locaciones con una novedosa propuesta artística que trata de vincular la creación intelectual con el trabajo de rehabilitación que se lleva a cabo en la parte más antigua de La Habana. Con 50 artistas contemporáneos cubanos involucrados, la exposición forma parte del Proyecto a Cielo Abierto y viene a matizar la Décima Bienal de La Habana, que ya va haciendo historia en los predios de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

 En este artículo, el columnista destaca cuán «urgida esta nuestra patria, ahora más que nunca, de que el libro, llegando a todas las manos, pelee brava e incansablemente, contra la aguda incultura interna que padecemos y la barbarie anticultural totalitaria que amenaza a Cuba, a América y al mundo».