En la quinta parte de esta zaga de sus Acotaciones colombinas, el cronista cuenta «cómo fueron embarcados en La Habana, rumbo a España, en 1898, los supuestos restos de Colón», «por qué el gobierno español se llevó de Cuba en 1898 los supuestos restos de Colón» y las «tentativas del duque de Veragua para devolver a Santo Domingo los restos de su ilustre ascendiente depositados en La Habana», entre otros temas.
 La calle Obispo tuvo su origen en el siglo XVI en una fecha próxima a la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana, o sea, alrededor del año 1519.
 Hasta el mes de mayo estará abierta en la Sala Rubén Martínez Villena de la UNEAC la exposición «Lázaro Enríquez o la coreografía de la letra» del fallecido dibujante e ilustrador cubano. Organizada con la colaboración de varias instituciones y personalidades, la muestra es un merecido homenaje de «la ciudad que lo vio nacer y hacer una obra de real valía para nuestra cultura visual y la del pueblo hermano de Galicia», según expresa el escritor y crítico de arte Jorge R. Bermúdez en las palabras al catálogo.
 En esta nueva entrega, el historiador cubano busca «satisfacer ahora la natural curiosidad que a los lectores de ese trabajo habrán despertado todas las citadas anormalidades que se descubrieron al exhumar los restos de Colón en 1898, fundamentando las afirmaciones finales» hechas en el trabajo que publicamos anteriormente.