Tras reflexionar sobre la ilusión de los niños al recibir a los reyes magos y el desengaño que sufren al descubrir que éstos no son reales, el cronista exhorta a los pequeños a seguir soñando «mientras puedas» con los juguetes que les traen los Reyes de Oriente.
 Entre las mujeres que cultivan la cerámica se encuentra Martha Jiménez, quien desde su Camagüey funde sus inquietudes artísticas en la masa de barro disponible. De sus manos salen variados personajes, sus seres voluminosos, que en variados momentos han sido expuestos en otras porciones de nuestra Isla. Hace unos años los mostró en el Museo de la Ciudad con la muestra «De la tierra a la vida».
 Una reflexión sobre la seriedad del estudiante, y un llamado para que no desaparezcan por completo los «jóvenes divertidos, violentos, revolucionarios, que alegraban con sus novatadas y sus juegos las aulas», hace en esta ocasión el cronista.
{mosimage}Sobre cómo el dios Momo, «abandonando su reino y abdicando su corona, se fue a vivir a una isla del planeta Tierra, 'la más hermosa y la más... divertida que ojos humanos vieron'»