Ya no resulta difícil imaginar las procesiones, enterramientos y demás solemnes ceremonias religiosas que pudieron sucederse en el interior de estos otrora iglesia y convento. Edificado a la orilla del mar por los frailes franciscanos, este recinto ha recuperado su sacralidad de antaño para convertirse en majestuoso templo del arte.
 Esta comunidad de artistas se ha sumado a los esfuerzos de la Oficina del Historiador de la Ciudad por preservar viejas tradiciones que definen la espiritualidad de quienes transitan, trabajan o habitan la antigua villa de San Cristóbal de La Habana.

 Sobre los distintos aspectos y cuadros que presenta el ceremonial que rodea a la muerte: velorio, entierro, luto; y los negocios que se explotan alrededor de los fallecimientos, reflexiona Roig en este artículo de costumbres.

 El arte del español Miguel Torrús pudo conocerse hace un tiempo atrás, cuando por decisión propia, exhibió un grupo de sus pinturas bajo el título «Metáforas del silencio» en La Habana. Precisamente, esas que «se desnudan de elementos anecdóticos y se nutren de soledad y silencio».