En estas líneas, el cronista retrata a un tipo de persona que colmaba los lugares públicos de antaño. Descriptivo y mordaz se presenta Roig en aras de brindar una geografía casi exacta del entonces llamado tenorio oficinista.

Fuente=images/stories/content/2005/06/1443.jpg Cerca del que fuera barrio judío de La Habana, donde se halla todavía la más antigua sinagoga sefardí en Cuba, desde hace dos años funciona el hotel Raquel, que rinde permanente homenaje a la cultura hebrea y a su presencia en el arte cubano contemporáneo.
 Aunque dejó poca obra impresa, apenas unos folletos y decenas de artículos periodísticos, todo hace indicar que Marcus Matterín fue la personalidad de mayor relevancia dentro de la comunidad judía en Cuba, al proyectarse hacia el resto de la sociedad como un cubano ilustrado que siempre sintió orgullo por sus raíces étnicas y culturales.

 Los individuos pesados están «en todas las carreras, profesiones y oficios. Vician y enrarecen la atmósfera que respiramos», refiere Roig en esta crónica, publicada por las revistas habaneras Social y Carteles.