«Es un axioma expuesto por Schopenhauer, que todas las mujeres son simuladoras», afirma Roig en este polémico artículo de costumbres.

 Más allá de su relación con el poder colonial y el destino de los hombres que la habitaron, esta edificación simboliza hoy el deseo raigal de salvaguardar el patrimonio histórico de La Habana Vieja.
 En algunos de sus artículos, Roig reproduce tal cual es el habla del personaje que describe. Esta intención predomina en trabajos como éste en el cual se propone no ya criticar mordazmente, sino hasta ridiculizar a los políticos y gobernantes de turno.

 La pluma de Roig en este artículo costumbrista se nos muestra compasiva con aquellas mujeres solteras, al darles aliento y consejo para mejorar su situación emocional. Y, claro está, sin dejar a un lado la pizca de humor...