«El rascabucheo no se queda atrás en lo de tener una gloriosa antigüedad, pues la Santa Biblia nos cita el caso de aquellos tres viejos que quisieron rascabuchear a la casta Susana cuando se estaba bañando», afirma el autor en esta crónica que vio la luz en (Gráfico, Social y Carteles), así como en el libro El caballero que ha perdido su señora, publicado en 1923.

 Impresiones y visiones de una realidad que le tocó vivir al cronista, tenemos en este artículo costumbrista que aborda un tema relacionado con las niñas casaderas.

 En la colección permanente de la Casa de Asia (Oficina del Historiador) se exhibe una espada japonesa, forjada hacia 1570 por el maestro Kanezumi, radicado en Seki, ciudad que desde el siglo XII es conocida gracias a la calidad del acero producido por los herreros allí asentados.
 Aunque de lejos parecen paisajes de la pintura europea, de cerca son cubanos o de la selva americana. Y es que tras su luminiscencia dorada, casi irreal, la obra de este joven pintor nos revela en detalle lo que reconocemos como propio: llámese campesino o bohío, palma o yagruma...