Aunque la edición general de Opus Habana discrepa con las cuatro líneas finales de este artículo, sale aquí de manera íntegra por la importancia que reviste para el discernimiento de la obra de Carlos Guzmán.
 Sus artefactos y máquinas parecen salidos de los proyectos de Da Vinci, pero en cada entrevista Guzmán reconoce que, al hacerlos, piensa «en los hermanos Lumière y en Melier con su viaje a la Luna».

 «El rascabucheo no se queda atrás en lo de tener una gloriosa antigüedad, pues la Santa Biblia nos cita el caso de aquellos tres viejos que quisieron rascabuchear a la casta Susana cuando se estaba bañando», afirma el autor en esta crónica que vio la luz en (Gráfico, Social y Carteles), así como en el libro El caballero que ha perdido su señora, publicado en 1923.

 Impresiones y visiones de una realidad que le tocó vivir al cronista, tenemos en este artículo costumbrista que aborda un tema relacionado con las niñas casaderas.