Al estudiar y describir nuevas especies cubanas, así como contribuir con sus conocimientos a la experimentación agronómica, este eminente entomólogo italiano dejó tras su paso una estela de respeto y solidaridad que aún se recuerda en la Isla.
 Para entender el extenso patrimonio asociado con la arquitectura ecléctica en La Habana, es preciso justipreciar el enorme aporte de los talleres de producción de adornos al hecho de que esta ciudad pudiera «sacudir apatías centenarias y buscar todas las experiencias permitidas», al decir de Alejo Carpentier.
 Elogiada por connotados intelectuales cubanos y extranjeros, la santiaguera Eusebia Cosme fue –en su momento– una de las más grandes declamadoras del verso afroantillano.
 Con la incursión en diferentes manifestaciones de la orfebrería, Antonio Barcala (La Habana, 1956) ha encontrado su propio código, materializado en piezas que pueden codearse con lo mejor de la orfebrería contemporánea.