Aunque esta fábula no es refrendada por algunos teólogos católicos, su belleza y fantasía encumbran el culto a los orígenes de la ciudad.
 Tres, dicen los chinos, es el número perfecto. Tres es también un número de suerte para la villa de San Cristóbal de La Habana, fundada tres veces, siempre a la vista de un río o de un mar, claro presagio de su marinera (ad)vocación.
 Este texto de exaltado lirismo constituye un intento más por aprehender las esencias de la cubanía, sólo que mediante el torrente manifiesto de la emoción como premisa de la escritura.
 Como la «primera llamarada de celebraciones del 485 Aniversario de la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana», clasificó el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler, la exposición colectiva «Naturaleza viva en el Palacio de Lombillo», inaugurada el pasado martes 9 de noviembre.