Agustín Bejarano ha asumido el reto más grande para un pintor cubano: hacer un Martí que exprese su sensibilidad de artista y, a la vez, el espíritu de la época en que se inserta como creador.
 «Se nos van los ojos hacia esas páginas póstumas, porque son las que más revelan, o velan la tragedia de una intimidad que nadie debe atreverse a juzgar», asevera Cintio Vitier en este precioso texto sobre el álbum de bodas de Carmen Zayas Bazán y José Martí.
 Desde su fundación como Alameda de Extramuros hasta nuestros días, este Paseo mantiene una atracción peculiar para el transeúnte de andar pausado y meditabundo. Pero sólo el cronista puede volar hacia atrás y recuperar con la imaginación los sitios que antaño existieron a lo largo de esta céntrica arteria habanera.
 Durante su estancia en la Isla en 1851, esta escritora sueca envió a su hermana una serie de cartas que, compiladas en el libro Cartas desde Cuba, revelan su genio periodístico, además de su interés por los derechos humanos y la emancipación de la mujer, temas que prevalecen en la mayoría de sus obras.