En esta octava entrega el articulista comenta que «a las pruebas que ya presentamos en otros capítulos del presente ensayo sobre el nunca satisfecho afán de lucro de los conquistadores, colonizadores, y gobernantes hispanos en nuestra ínsula, sume ahora el lector estas nuevas que ofrece el marqués de Varinas acerca de la codicia desaforada de los ministros reales en todas las tierras de Hispanoamérica».
 Terminado ya con nuestro artículo de la semana ú1tima el enjuiciamiento del relajo en la época colonial cubana, lógicamente nos tocaba ahora abordar su estudio en estos tiempos republicanos. Pero tenemos que abrir un paréntesis entre esas dos etapas: la participación de los Estados Unidos en la contienda cubanoespañola y la ocupación militar norteamericana con su secuela de la Enmienda Platt.
 El articulista en esta nueva entrega afirma que « El contumaz relajo -abusos, injusticias, privilegios, explotaciones, abandono de la educación y la cultura, postergación de los hijos del país- que caracterizó el despótico desgobierno de España en Cuba, tuvo que producir fatalmente el descontento, la protesta y la rebeldía de los criollos blancos y también de los negros esclavos y libertos y hasta de algunos españoles liberales y progresistas identificados con la tierra en que vivían y trabajaban».
 El articulista en esta nueva entrega afirma «que fue el relajo la nota característica de la conquista y dominación españolas en esta famosa ínsula, y no ha de asombrarse tampoco si ahora agregamos que nada hicieron los bienamados gobernantes de aquellos tiempos, especialmente durante los siglos XVI, XVII y XVIII, por la felicidad de sus desgobernados ni el progreso de la tierra que desgobernaban».