En esta ocasión el articulista afirma «el héroe nacional por antonomasia es Manuel García, rey de los campos de Cuba»—no es ni exagerada ni falsa, sino dolorosamente cierta, resultado de la enseñanza perniciosa del radio y el cine en los niños cubanos, sin que sea contrarrestada por una adecuada orientación educativa de la escuela y el hogar.

 El día exacto de la fundación de aquella villa que Pánfilo de Narváez nombró San Cristóbal de La Habana, es objeto de interminables polémicas por carecer de una contundente e inobjetable prueba documentaria.
 El articulista en esta ocasión nos comenta que «quien no conozca las obras del doctor Manuel Pérez Beato anteriores a su folleto póstumo Rectificaciones Históricas, pensará que el agudo ataque de inquina contra mí que padece le ha impedido poner en orden papeles e ideas».
 A partir de un detalle iconográfico puede constatarse que la primera «bomba de fuego» introducida en Cuba se construyó según el proyecto del padre de la ingeniería moderna en España y Rusia.