Tras visitar una exposición de Picasso, dicen que el autor de El Proceso pronunció esta famosa frase: «El arte es un espejo, que se adelanta como un reloj… a veces». Salvando las distancias, al tratar de referirme a la obra de Leonardo Cuervo (La Habana, 1972) quisiera que se me ocurriera un acertijo semejante, pero sólo alcanzo a figurarme que este joven artista cubano trabaja —o sea, pinta— por encargo… del mismísimo Franz Kafka.

 La galería de la Casa de la Poesía mantiene abierta al público la exposición personal «Contiene Poesía», del ceramista Pedro Cantero, como «una propuesta singular que tal vez quema una etapa de su ya fructífera cocción artesanal, y cuando me refiero a quemar todo ceramista conoce que me estoy refiriendo  a un sin número de posibilidades a salvar desde la fertilidad del horno, ese otro “cantero”, cómplice y antojadizo donde imagen y concepto van a dar en ocasiones al abismo que ni el propio artesano moldea en su sinuoso interior».

 Terminado ya con nuestro artículo de la semana ú1tima el enjuiciamiento del relajo en la época colonial cubana, lógicamente nos tocaba ahora abordar su estudio en estos tiempos republicanos. Pero tenemos que abrir un paréntesis entre esas dos etapas: la participación de los Estados Unidos en la contienda cubanoespañola y la ocupación militar norteamericana con su secuela de la Enmienda Platt.

 Desde el número 1 hasta el reciente 36 —en forma consecutiva— de Opus Habana, Escandón ha sido el impresor de la revista institucional de la Oficina del Historiador así como de libros y otras publicaciones de Cuba, cuya calidad le ha valido para ganarse un prestigio que, al decir del Historiador de la Ciudad Eusebio Leal Spengler, es encomiable por tratarse «de una labor que está en perpetuo duelo entre las urgencias comerciales y la bella inspiración».