Acerca de cómo durante la República llegó a establecerse radical diferencia entre la honradez privada y la pública a causa, fundamentalmente, de «la codicia desenfrenada de conquistadores, colonizadores, y mandones de la colonia», comenta el articulista en este ensayo histórico costumbrista.
 Hasta el 27 de septiembre se mantiene cada sábado y domingo a las 9:00 de la noche,  la puesta de la obra La Bella y la Bestia en el Anfiteatro del Centro Histórico, presentaciones que se podrían prolongar durante las primeras semanas de octubre, en dependencia del comportamiento de la temporada ciclónica en la Isla. Hasta ahora han sido 22 las funciones que han contado con la asistencia de más de 18 mil espectadores quienes han disfrutado «el desfile de los personajes a través de ese género nada fácil que es el teatro musical».
 En esta octava entrega el articulista comenta que «a las pruebas que ya presentamos en otros capítulos del presente ensayo sobre el nunca satisfecho afán de lucro de los conquistadores, colonizadores, y gobernantes hispanos en nuestra ínsula, sume ahora el lector estas nuevas que ofrece el marqués de Varinas acerca de la codicia desaforada de los ministros reales en todas las tierras de Hispanoamérica».
 La ejecución de la Lonja del Comercio de La Habana se inició en 1907 y para ella se contrató a la compañía norteamericana Purdy & Herdenson. El costo del edificio ascendió a 800 mil pesos, toda una fortuna para la época. Su fachada principal se enfatizó con un cuerpo central, formado por un pórtico de tres arcadas que daban acceso al gran vestíbulo central,  el cual conducía a la escalera principal, los ascensores y servía para la entrada y salida de carruajes.