En esta segunda entrega, el articulista describe cómo «la historia toda de la conquista y colonización españolas en esta Isla antillana es puro relajo, el más descomunal relajo, desde que Cristóbal Colón pone su planta por primera vez en esta Isla, hasta que el primero de enero de 1899 termina la dominación hispana con la ocupación militar norteamericana.» y demuestra que «en esos cuatro siglos Cuba vive por sobre y al margen de la ley, de la moral humana, relajadas por completo las costumbres públicas y privadas».
 Fiel exponente de la arquitectura militar renacentista, resguarda entre sus baluartes ejemplos de la construcción naval en Cuba junto a vestigios arqueológicos de pecios, precisamente cuando nuestro país ha ratificado la Convención sobre Protección del Patrimonio Cultural Subacuático.
 En este artículo se versa sobre ese vocablo « relacionado el cubanismo relajo con las diversas significaciones, ya expuestas, de su voz castellana de origen, relajar, podemos apreciar debidamente las amplísimas aplicaciones y la significación trascendente que no sólo en el lenguaje sino de modo especial en la historia y en las costumbres de nuestros país tiene la palabra relajo».
 Tras haberse cumplido el sesquicentenario del observatorio meteorológico, geomagnético y astronómico del Real Colegio de Belén (1858), se acrecienta el significado histórico de ese otrora centro científico, en uno de los más importantes conventos de La Habana intramuros.