Descripción «del apoteósico acto de la boda, tal y como acostumbra celebrarlo la gente bien en esta ciudad de La Habana», y de las categorías de boda criolla: la del gran mundo, la elegante, la íntima y la boda a secas.

 La diminuta vegetación de un mogote, le atrae tanto como la síntesis compositiva aplicada a una palma. Una suerte de hibridaciones convierte a este paisajista en un soñador o, más bien, en un lector que interpreta sus alrededores naturales en lienzos llenos de lirismo y soledades, de silencio y quietud.

 Sobre cómo «cualquier bípedo sin plumas, o hasta emplumado, que use pantalones, sea joven o viejo, buen mozo o esperpento, millonario o bruja sopera, constituye materia prima adecuada para fabricar con ella un marido».

 Al dar a conocer «las características generales de las comparsas habaneras de antaño y ogaño», el articulista se pronuncia a favor de las comparsas.