En este artículo el cronista comenta como el quitrín  y otros carruajes fueron, al igual que el automóvil hoy, símbolos de sus épocas. «Lo que ahora acontece con el automóvil, ocurrió antaño con el quitrín y los otros carruajes, sus sucesores que heredaron las simpatías y el favor públicos de que aquél disfrutó primeramente en nuestra sociedad», dice.
 Con el libro Habana es nombre de mujer, la Oficina del Historiador de la Ciudad se integró al proyecto «La mujer y los lugares de la memoria», auspiciado por la Fundación Pasquale Valerio para la Historia de la Mujer, que incluye también sendas publicaciones sobre el tema en Salamanca y en Nápoles.

 El articulista comenta sobre la cajita de música mecánica, el piano, la pianola… «precursores de los modernísimos radios de onda corta, el más prodigioso y popularizado de los inventos domésticos contemporáneos».

 De gozar fama como propagandista gráfico a ser considerado por sus contemporáneos el precursor del «afrocubanismo» en la pintura, este artista tempranamente olvidado incita con su obra a una relectura de la llamada «vanguardia» en Cuba.