El articulista comenta sobre la cajita de música mecánica, el piano, la pianola… «precursores de los modernísimos radios de onda corta, el más prodigioso y popularizado de los inventos domésticos contemporáneos».

 De gozar fama como propagandista gráfico a ser considerado por sus contemporáneos el precursor del «afrocubanismo» en la pintura, este artista tempranamente olvidado incita con su obra a una relectura de la llamada «vanguardia» en Cuba.

 Sobre la simpatía que el criollo lleva a límites extremos «imponiéndola como norma suprema de conducta en el trato con sus semejantes», y sobre los pesados a quienes «les es imposible ejercer con éxito la tan lucrativa y cómoda carrera de sabrosones».

 Prensa y grabados del siglo XIX, una escultura tipo mascarilla y hasta tierra de la casa natal de Víctor Hugo se exponen en La Habana Vieja. Pero quizás el legado más curioso sea una piedra original de Nuestra señora de París, proveniente de su torre norte y fechada poco tiempo después que el genial escritor francés publicara su famosa novela homónima.