Con el libro Habana es nombre de mujer, la Oficina del Historiador de la Ciudad se integró al proyecto «La mujer y los lugares de la memoria», auspiciado por la Fundación Pasquale Valerio para la Historia de la Mujer, que incluye también sendas publicaciones sobre el tema en Salamanca y en Nápoles.

 El articulista comenta sobre la cajita de música mecánica, el piano, la pianola… «precursores de los modernísimos radios de onda corta, el más prodigioso y popularizado de los inventos domésticos contemporáneos».

 De gozar fama como propagandista gráfico a ser considerado por sus contemporáneos el precursor del «afrocubanismo» en la pintura, este artista tempranamente olvidado incita con su obra a una relectura de la llamada «vanguardia» en Cuba.

 Sobre la simpatía que el criollo lleva a límites extremos «imponiéndola como norma suprema de conducta en el trato con sus semejantes», y sobre los pesados a quienes «les es imposible ejercer con éxito la tan lucrativa y cómoda carrera de sabrosones».