El exhibicionismo exagerado que ofrecen las casas mortuorias, y las artimañas de sus dueños para obtener de los dolientes la mejor remuneración, es el tema que desarrolla el cronista en este artículo de costumbres.

 Aunque el tiempo le ha cobrado cuentas al mobiliario colonial cubano, quedan todavía muchos ejemplos que testifican su riqueza. Entre ellos, se destacan las cómodas de sacristía del siglo XVIII, cuyas superficies ondulantes son refinada expresión del barroco en la ebanistería.
 El libro La Habana Deco, publicado en 2003, está estructurado en cuatro capítulos y cuenta con más de 200 fotografías. Es un volumen que «propone un inusual viaje por la mítica y fascinante Habana deco», constatable en sitios, espacios y objetos variados.

 «Cuando un pueblo llega a poder contemplar, sin asombro ni malicia, el bello desnudo de mujer, ese pueblo ha alcanzado un grado de moral elevadísimo», refiere el cronista en este artículo, escrito a propósito de la exhibición en la Europa de los años 30 de una película que procuraba inculcar «el amor a la hermosura del cuerpo humano», al  desnudo...