Tal vez sólo mediante la evocación pueda rescatarse el encanto de los cines de antaño, cuando en cada barriada habanera abrían sus puertas y el público se sumía, fascinado, en la magia del espectáculo.

 Sobre los martirios que viven algunos hombres casados producto de los celos, y de los métodos de que se valen por temor al ridículo, comenta Roig en este artículo de costumbres.

 En la villa de San Cristóbal de La Habana terminó sus días este canadiense de estirpe legendaria: famoso héroe de la nueva Francia, capitán invicto de la armada del rey Luis XIV.
 Exponente de las confluencias culturales dadas en La Habana, este pequeño perro es parte del patrimonio cultural cubano, como la única raza canina autóctona que se conserva.