A propósito de la celebración en La Habana del Primer Congreso Jurídico Nacional, el articulista escribió «unas cuantas palabras sobre lo que han representado y representan hoy día entre nosotros los hombres de toga».
 A las mujeres, los aventureros, propagandistas o apóstoles, el sabio de oficina, los políticos y profesionales... caracteriza Roig en esta crónica referida a aquellos que viven del engaño y el fraude.

 Aunque no se trata de un estudio científico ni psicológico de los simuladores, el articulista describe a «individuos que estafan diariamente a sus semejantes presentándose ante ellos revestidos con el disfraz propio del falso papel que pretenden desempeñar en esa comedia, trágica unas veces, risible otras, que se llama la sociedad» .

 Tras reflexionar sobre la ilusión de los niños al recibir a los reyes magos y el desengaño que sufren al descubrir que éstos no son reales, el cronista exhorta a los pequeños a seguir soñando «mientras puedas» con los juguetes que les traen los Reyes de Oriente.