Sobre el padre de familia a quien se considera «como el fundamento, base, eje, principio y fin de la sociedad, sin el cual no existiría la familia y sin la familia los pueblos, y sin los pueblos la Humanidad».
 Referencia a uno de los paliativos con que se ha querido buscar solución o remedio a los males matrimoniales.
 Sobre los pobres solterones, a quienes se juzga «como individuo nocivo a la sociedad, y al que ésta relega al último puesto, y aún así mirándolo con repugnancia y temor, y siempre sobre aviso, cual presunto criminal».
 La moda la indumentaria femenina hace reflexionar al articulista «principalmente en lo que se refiere a acortar la saya para mostrar ya totalmente las piernas, y la conquista, que ahora ha empezado a realizar de los muslos, para ofrecerlos también a la crítica de las otras mujeres y a la curiosidad, admiración y codicia de los hombres».