En este trabajo, el articulista se refiere a «estafadores científicos, artistas del delito contra la propiedad», entre los que incluye a «ladrones de libros», «a los que se hacen los bobos para pagar el tranvía o la guagua...».

 En este artículo el cronista ofrece un «estudio histórico costumbrista del nacimiento, arraigo y desenvolvimiento del relajo en Cuba».

 Sobre la guataquería, «una de las manifestaciones más agudamente sintomáticas de la guataquería criolla y de la ligereza inconsulta», mal ejemplo colonial que heredó la República.
 Conservada su memoria a través de los siglos, por poetas e historiadores, e inmortalizados por los artistas, los antiguos bufones han devenido en guatacas quien como áquel tiene la misión de divertir y hacer reír al guataqueado.