Las elegantes clínicas de La Habana y los hechos que en ella sucedían con motivo de la visita a un convaleciente, no escaparon a la pluma de este satírico articulista.
 Como un pintor ante su lienzo virgen, o un arquitecto variando los planos a pie de obra, el cineasta Humberto Solás expresa la angustia existencial del creador que aguarda por la consumación del hecho artístico. Además, su voluntad estética se reconcilia sólo con la ilimitada posibilidad de perfeccionamiento de la obra.
 Al convertir –mediante el arte digital– imágenes de puertas y ventanas en obras de arte, Guillermo Bello propone «una visión más decantada de los tópicos visuales dominantes en su faena artística».
 También a la moda –«tirana de la sociedad moderna»– estuvieron operaciones que llegaron a gozar de gran refinamiento y popularidad, fundamentalmente las de extirpación del apéndice y las amigdalas.