Al convertir –mediante el arte digital– imágenes de puertas y ventanas en obras de arte, Guillermo Bello propone «una visión más decantada de los tópicos visuales dominantes en su faena artística».
 También a la moda –«tirana de la sociedad moderna»– estuvieron operaciones que llegaron a gozar de gran refinamiento y popularidad, fundamentalmente las de extirpación del apéndice y las amigdalas.
 Como un pintor ante su lienzo virgen, o un arquitecto variando los planos a pie de obra, el cineasta Humberto Solás expresa la angustia existencial del creador que aguarda por la consumación del hecho artístico. Además, su voluntad estética se reconcilia sólo con la ilimitada posibilidad de perfeccionamiento de la obra.
 Fantasía y lirismo han sido constantes en el arte del pintor Ernesto Rancaño, quien con soltura y maestría engalana los soportes elegidos, esos que dejan ver la impronta del dibujante que siempre ha sido. Autor de varias series, hay una que hará durante toda su vida, «un bestiario de aquellas personas que me han tocado»: José Martí, Sindo Garay, el Che...