Comentarios sobre cómo el ridículo, la farsa y la hipocresía se manifiestan en el velorio, el entierro y el luto, eventos que deberían ser tributo sencillo y efusivo al difunto.

 En este artículo el cronista se refiere a aquellos seres humanos que han hecho del dolor y la muerte «su manera de vivir y con ellos resuelven su problema económico, ya porque accidentalmente, de la muerte del pariente o el amigo, esperan ellos la solución o el remedio a los males de su bolsillo».

 Sobre los distintos aspectos y cuadros que presenta el ceremonial que rodea a la muerte: velorio, entierro, luto; y los negocios que se explotan alrededor de los fallecimientos, reflexiona Roig en este artículo de costumbres.

 Los criterios, acciones y decisiones por voluntad propia, a veces están motivadas por la mente ajena, porque según el cronista, «no hacemos nada ni vamos a sitio alguno porque personalmente nos agrade o nos interese, sino porque lo hacen los demás, porque va la gente».