De San Antonio nos hablan estas líneas, santo privilegiado que en la corte celestial tiene por lo menos dos millones de veces más partidos entre las mujeres y, principalmente, entre las muchachas.

 «El rascabucheo no se queda atrás en lo de tener una gloriosa antigüedad, pues la Santa Biblia nos cita el caso de aquellos tres viejos que quisieron rascabuchear a la casta Susana cuando se estaba bañando», afirma el autor en esta crónica que vio la luz en (Gráfico, Social y Carteles), así como en el libro El caballero que ha perdido su señora, publicado en 1923.

 Impresiones y visiones de una realidad que le tocó vivir al cronista, tenemos en este artículo costumbrista que aborda un tema relacionado con las niñas casaderas.

 Los amoríos entre un hombre y una mujer motivaron al articulista comentar un hecho como el de la unión de parejas en los tiempos de antes. De esta manera quedaban saldadas las inquietudes implícitas en el título de estas líneas, publicadas por Carteles y el Diario de la Marina en 1925.